0-2: El Cádiz aprovecha su superioridad numérica y el Betis acaba desquiciado

El Betis de Pellegrini cayó derrotado contra el Cádiz CF en una contienda marcada por la expulsión a Canales en la primera parte y a Aitor Ruibal en la segunda. Los verdiblancos, entre varias polémicas, cuajaron un pobre encuentro donde no estuvieron acertados en igualdad numérica y se desquiciaron ya con uno menos. Rubén Alcaraz y Chris Ramos anotaron los tantos visitantes.

Dubitativa primera parte del Real Betis, que apenas controló a su rival y se sintió generalmente incómodo. Los de Pellegrini, que llegaban con la necesidad de la victoria, no impusieron su juego y vieron cómo los cadistas crecieron con el paso de los minutos. La primera ocasión, de hecho, fue para los gaditanos, cercanos al 0-1 tras una pérdida de Ruibal y el posterior disparo de Bongonda que Rui Silva logró despejar. En el bando bético, Miranda (23’ y 31’) gozó de las situaciones más claras, aunque sin eficacia. Los primeros 45 minutos estuvieron marcados por la rigurosa a expulsión a Canales (38’) después de que el cántabro perdiera un balón en salida y agarrase a su oponente, ante las protestas de los jugadores por la decisión de Cuadra Fernández. Acto seguido, ya al borde del descanso, Chris Ramos tuvo la más clara, con un cabezazo que se marchó ligeramente desviado.

En la segunda mitad, los de Sergio González, en superioridad numérica, consiguieron resolver el choque en los primeros 15 minutos. Un claro penalti por mano de Juan Miranda al saque de una falta en el 53’ se convirtió en el 0-1, pues Rubén Alcaraz acertó desde los once metros para adelantar a los suyos. Minutos después, el Cádiz cerró el encuentro con el 0-2, que llegó gracias a una inexplicable pérdida de Ruibal en el centro del campo y la posterior definición de Chris Ramos. Si el partido ya estaba cuesta arriba para los béticos, se transformó en imposible con una nueva cartulina roja, esta vez a Aitor Ruibal por agredir a Fali (60’). Los del Ingeniero, desquiciados por la situación, intentaron acortar distancias, pero Abner (68’), a portería vacía, envió el balón al defensor situado bajo palos, finalizando el partido sin opción alguna para los locales.