0-2: La alegría del carnaval gaditano contagia a un aplastante Betis

El Betis de Pellegrini venció cómodamente en el Nuevo Mirandilla mostrando una de las mejores versiones de la temporada. Los sevillanos impusieron con claridad un juego vistoso y móvil y doblegaron sin oposición a un débil Cádiz. Willian José abrió el marcador y Fornals remató a los locales al inicio de la segunda mitad.

El conjunto verdiblanco fue el total dominador del primer asalto. Si bien es cierto que con el paso de los minutos fue el Cádiz quien llevó la iniciativa, los sevillanos generaron las mejores ocasiones de gol y se pusieron por delante en el luminoso. Lo hizo, además, muy pronto, pues Willian José (5’), a la media vuelta, envió a la red un gran balón de Johnny Cardoso, que realizó una magnífica presión alta para robar y asistir al brasileño. 

Los de Pellegrini insistieron en su juego ofensivo y Juan Miranda se aproximó al 0-2, pero Ledesma impidió que su ‘picadita’ se introdujese en la portería. El meta argentino cadista también intervino de forma eficaz en un preciso golpeo de Nabil Fekir (22’)  que iba dirigido a la cepa del palo, mientras Roca probó suerte desde larga distancia (26’), aunque su tiro se marchó desviado. El equipo amarillo tuvo la mejor -y prácticamente única- ocasión en el 42’, después de un disparo potente de Escalante desde la frontal del área que obligó a Rui Silva a estirarse.

La segunda parte comenzó con la mejor noticia para el Betis: el segundo tanto en el marcador. Una buena recuperación de Marc Roca en la medular dejó a Fornals en una buena situación ofensiva en banda; el castellonense, con una ejecución de máxima calidad, recortó hacia dentro y definió con la zurda al palo largo, superando a Ledesma para júbilo de los heliopolitanos.

El conjunto de Pellegrini continuó dominando e incluso se acercó al 0-3 con un cabezazo completamente solo de Pezzella en un saque de falta botado por Fekir. El propio galo intentó en el 63’ una maravilla de vaselina, mientras Juanmi probó a Rui Silva por primera vez en la segunda parte con una ejecución cruzada. La mejor ocasión de los cadistas llegó en las botas de Robert Navarro, cuyo disparo buscaba la escuadra de la portería de un Rui Silva que realizó una maravillosa parada. Ahí se diluyeron los locales, que luego no intimidaron a un sólido bloque verdiblanco.