Ricardo de Burgos Bengoetxea, árbitro del Real Betis - Sevilla FC de Copa del pasado mes de enero, que fue suspendido por un tubo de PVC que impactó en Joan Jordán y se renudó a puerta cerrada al día siguiente, ha hablado por vez primera de los sucesos vividos esa noche en el documental 'La Copa de Todos', que está disponible bajo demanda en Prime Video desde este miércoles.
Una vez ocurrió el el incidente se formó un gran revuelo: "A escasos metro y medio o dos metros veo cómo algo cae de la grada e impacta en un jugador. Es cierto que en este momento hay una situación de tanto estrés y que tú estés tranquilo te ayuda para no precipitarte y tomar una decisión equivocada. Les decía que no hacía falta que me contaran lo que había sucedido. No era necesario que me dijeran porque lo había visto yo con mis ojos -explica de Burgos Bengoetxea-. Los jugadores del Sevilla me comunicaban que ya estaban un poco fuera del partido por lo que había ocurrido, por su compañero, porque no sabían en qué condiciones se encontraba en ese momento".
"Había mucha presión por parte de todo el mundo, unos querían jugar, otros no querían jugar -sigue explicando De Burgos-. Tú no puedes tomar una decisión por ti mismo, tienes que escuchar, ver el entorno… así que en un situación tan compleja decidimos meternos en el vestuario todos para, más tranquilamente, sin ningún tipo de presión externa, tomar, no la mejor decisión, sino la correcta", explica el árbitro vizcaíno.
El partido se suspendió en el minuto 39 de la primera parte con el resultado de 1-1 en el marcador, justo después de anotar Nabil Fekir un gol olímpico, directo desde el córner, que igualaba el anotado por el Papu apenas cuatro minutos antes e hizo estallar de júbilo el Villamarín, en especial la grada de Gol Sur, donde se produjo la jugada y fue lanzado el tubo de PVC, que era el mástil de una bandera. El partido se reanudó a puerta cerrada al día siguiente, sin el concurso de Joan Jordan -ya que el Sevilla alegó que sufría una conmoción cráneo encefálica- y el Betis ganó la elimnatoria 2-1 con gol de Canales que, como el 1-1, se comió literalmente el cuarto portero sevillista, Alfonso Pastor, que fue quien tuvo que jugar la eliminatoria al no estar disponibles por distintos motivos ninguno de los tres primeros, en un claro error de planificación de la dirección deportiva sevillista. Luego el Real Betis se acabó proclamando campeón del torneo, tras eliminar también a Real Sociedad y Rayo Vallecano y batir al Valencia en la final en los lanzamientos de penalti.