MÁS MADERA. Los de Pellegrini han encajado trece goles en sus cuatro últimos partidos, los mismos que en los diecinueve primeros de la temporada. Desde enero ha jugado 50 partidos oficiales, con 26 victorias (52%), 13 empates (26%) y 11 derrotas (22%), 85 goles a favor (1,7 por partido) y 46 en contra (0,92).
El Real Betis ha llegado muy justo de fuerzas al parón liguero tras completar un año 2022 excepcional, en el que ha disputado un total de 50 partidos oficiales, con 26 victorias (52%), 13 empates (26%) y 11 derrotas (22%), 85 goles a favor (1,7 por partido) y 46 en contra (0,92), logrando clasificarse por segundo año seguido para competición europea -lo que solo había logrado antes una vez en su historia- y proclamándose por tercera vez campeón de la Copa del Rey, título que no lograda desde hacía diecisiete años. Los verdiblancos se han ido al parón sextos, a dos puntos de la tercera plaza liguera y tras ser el mejor equipo de los 32 participantes en la fase de grupos en la Europa League.
El último partido oficial disputado en Mestalla el pasado 10 de noviembre, (3-0 ante el Valencia) supuso la derrota más abultada del año y el prólogo de una gira nefasta en la que se ha tirado la imagen del club por los suelos, con bochornosas goleadas encajadas ante River Plate y Colo-Colo y un balande de tres derrotas, cero goles a favor y diez en contra. En apenas diez días el Betis ha encajado tantos goles -trece- como en los tres primeros meses de competición, pues solo recibió otros trece en sus diecinueve primeros partidos oficiales de la temporada, lo que le llevó a ser el equipo menos goleado de las cinco grandes lIgas europeas (el Union Berlín, con el que rivalizaba, recibió once goles en sus tres últimos partidos en la Bundesliga).
Por fortuna para Pellegrini, la debacle chileno-argentina ha llegado en partidos amistosos, saldados, eso sí, con una lesión de Juan Cruz que parece seria y le puede tener de baja varias semanas, frenando en seco la gran proyeccióin que llevaba el argetino. La gira debe haber servido al técnico chileno para constatar la gran diferencia de nivel que hay entre los titulares -aunque él está obligado a no hacer distingos- y los suplentes, entre los que jugadores como Martín Montoya, Loren, Dani Martín, Miranda o Paul no acaban de dar un paso al frente, lo que viene a ser una dificultad añadida a la hora de afrontar una campaña tan exigente, en la que el Betis, en este primer tercio, se ha visto privado del concurso durante muchos partidos de jugadores importantes como Juanmi, Fekir, Luiz Felipe, Joaquín o el mismo Canales, que se perdió el arranque liguero por lesión.
Lo que ha hecho el Betis en este año 2022 ha sido sobresaliente, de eso no hay duda, como tampoco la hay de que el plantel ha llegado con la lengua fuera a este tramo final. El parón les debe venir de perlas a todos y desde el consejo y la dirección deportiva harán bien en intentar reforzar algunas posiciones que están claramente debilitadas para poner a Pellegrini en sus manos las mejores herramientas para pelear por entrar en la Champions, que a la postre podría ser el inicio de la solución a la depauperada situación financiera que atraviesa el club, no solo culpa del Covid ni la guerra ruso-ucraniana.