Esta noche a las 21:30, rojillos y leones se verán las caras en El Sadar; al Betis le beneficiaría una victoria de Osasuna, que necesitaría una carambola altamente improbable con el golaverage para superar a los verdiblancos.
El Real Betis cayó derrotado anoche ante el Getafe en el Benito Villamarín y no pudo certificar la clasificación matemática a Europa League delante de su público. No obstante, gracias al empate del Sevilla FC en Elche, los verdiblancos sí consiguieron el billete asegurado a la Conference League, pues Osasuna y Athletic no pueden superarle a la vez -solo uno podría hacerlo- ya que se enfrentan entre ellos, por lo que el conjunto bético tiene asegurada la séptima plaza de forma matemática.
Pese a repetir clasificación para competición europea por tercer año consecutivo, algo inédito para el Real Betis, el objetivo sigue siendo sellar la sexta plaza y jugar la Europa League. Para acercarse a ello, depende directamente del Osasuna-Athletic de esta noche en El Sadar (21:30). Al equipo de Pellegrini le interesa principalmente que gane Osasuna, pues en ese caso el Athletic ya no podría alcanzarle de ninguna forma -se quedaría a seis más golaverage a falta de seis por jugar- y los rojillos solo podrían superarle de una forma: perdiendo el Betis sus dos partidos ante Girona y Valencia, ganándolos ellos frente a Getafe y Girona y remontándole un golaverage general que ahora mismo parte con once tantos de diferencia a favor de los sevillanos, algo que se antoja realmente improbable.
Al Betis le podría meter en un lío un triunfo del Athletic en Pamplona; se quedaría a tres del conjunto verdiblanco y este fin de semana los bilbaínos reciben en San Mamés al descendido Elche, lo que obligaría al Betis a sacar un resultado beneficioso de Montilivi para afrontar con relativa seguridad la última jornada, en la que los de Valverde visitarán el Bernabéu. Un empate entre navarros y vascos impediría a Osasuna alcanzar al Betis y dejaría al Athletic a cinco puntos de distancia -más golaverage- a falta de seis por jugar, obligando en ese caso a los de Pellegrini a sumar un solo punto de los seis restantes para certificar matemáticamente la sexta posición.