Los cinco lanzamientos de los jugadores verdiblancos fueron transformados por suplentes, Joaquín, Willian José, Guardado, Tello y Miranda. Los cuatro últimos entraron en la prórroga y el portuense lo hizo en el 84'. Pellegrini explicó que Canales, Fekir y Alex Moreno tuvieron que ser sustituidos por lesión en el tiempo extra
El Real Betis es el primer equipo de la historia del fútbol español que gana dos Copas de España en los penaltis, según informa Mundo Deportivo. Se impuso al Athletic en la I del Rey Juan Carlos el 25 de junio de 1977 tras una interminable tanda de veinte lanzamientos, en la que fallaron los máximos especialistas de ambos equipos, Cardeñosa y Dani. Suele pasar. El último de los béticos lo transformó entonces el lateral coriano Paco Bizcocho, después de que Esnaola hubiera transformado el noveno de su equipo y luego detuviera al Chopo Iríbar el vigésimo de la serie, que daba el título a los verdiblancos, que por dos veces fueron por debajo en el marcador (2-2). Antonio Benítez, uno de los futbolistas mejor dotados técnicamente del plantel bético, no quiso tirar ninguno y hasta se descalzó las botas al empezar la tanda, aunque le hubiera tocado hacerlo de haberse tenido que lanzar un undécimo y entre Bizcocho y Esnaola le libraron del marrón. Las otras finales de Copa ganadas en los penaltis -aparte de la del Betis en 1977 ante el Athletic y esta de 2022 ante el Valencia- fueron las logradas por el Real Madrid en 1975, ante el Atlético; Real Sociedad en 1987, también ante el Atlético; Zaragoza en 1994, ante el Celta; y FC Barcelona en 1998, ante el Mallorca. Hacía 24 años que una final de Copa no se decidía en los penaltis y es la primera del Siglo XXI que se resuelve así. El Valencia ya se había jugado antes dos títulos europeos en los penaltis: ganó la Recopa de 1980 en Heysel ante el Arsenal (5-4) tras acabar 0-0, y perdió la Copa de Europa de 2001 ante el Bayern Munich (5-4) tras acabar 1-1 (ambos de penalti) en el tiempo reglamentado y la prórroga. Marcan cinco suplentes Este sábado en la Cartuja, Manuel Pellegrini tuvo que retirar del campo, exhaustos y con molestias musculares después del titánico esfuerzo -varios de sus titulares lo fueron el martes también ante el Elche-, a algunos de sus más consumados especialistas en los lanzamientos de penalti, casos de Borja Iglesias, Canales o Fekir. A la hora de la verdad los elegidos para lanzar fueron cinco suplentes: Joaquín, que entró por Juanmi en el 86'; Willian José y Guardado, que suplieron a Borja y William Carvalho en el 102'; Miranda, sustituto de Alex Moreno en el 106'; y Tello, que entró por Canales en el 111' a la par que lo hacía Ruibal por Fekir. Los cinco transformaron su pena máxima, después de que Soler empezara marcando para el Valencia y luego lo hicieran también Racic, Guedes. Musah mandó a las nubes el cuarto y Gayá mantuvo la emoción hasta el final al anotar el quinto. Por el Betis marcó primero Willian José, luego Joaquín -pese a que Mamardashvili rozó su lanzamiento y luego hasta tocó el poste-, el tercero lo anotó Guardado, el cuarto Tello y el quinto Juan Miranda, que como Benítez en 1977, admitió que "estaba cagadísimo" antes de lanzar el penalti decisivo, pero que "así sabe mejor". El canterano bético formado en La Masía no rehuyó su responsabilidad y su nombre pasa a estar en el olimpo de los béticos ilustres. Tras el partido el propio Pellegrini aclaraba que "se lesionaron Canales, Fekir y Álex Moreno antes del final. Tuvimos cinco grandes lanzadores. Han marcado cinco suplentes, estaban más frescos. Sabíamos cómo tiraban, eran todos especialistas. Tras 17 años sin ganar un título, se saborea el doble". Y es que este título copero ganado por el Real Betis ha sido fiel reflejo de lo acontecido durante toda la temporada en las tres competiciones, en las que Pellegrini ha ido haciendo rotaciones de manera continua y manteniendo en todo momento el nivel competitivo. A la final de Copa salió el equipo verdiblanco con su once gala, pero en la tanda decisiva que los llevó a la gloria los grandes protagonistas fueron cinco 'suplentes', señal inequívoca de que el Ingeniero tiene un gran plantel, el que han puesto en sus manos Ángel Haro y José Miguel López Catalán, dos jóvenes dirigentes que, apoyados en la sapiencia deportiva de Antonio Cordón y un enorme trabajo en todas las parcelas, están devolviendo al Real Betis al lugar que se merece.