El regreso de Luis Milla, la mejor noticia para el Getafe
Quique Sánchez Flores pudo sacar algunas conclusiones de la derrota ante el Real Madrid, que significó el regreso de Luis Milla, el mejor futbolista de los azulones en el Coliseum.
Quique Sánchez Flores pudo sacar algunas conclusiones de la derrota ante el Real Madrid, que significó el regreso de Luis Milla, el mejor futbolista de los azulones en el Coliseum.
Llegó al Getafe con la pretemporada avanzada. En concreto, estampó su firma un 25 de julio cuando el primer partido de Liga fue el 12 agosto. Además, tuvo que lidiar con una lesión que le obligó a perderse las cinco primeras jornadas. Sin embargo, Luis Milla, ante el Real Madrid, reapareció con éxito para oxigenar el centro del campo del conjunto azulón.
Durante las los últimos cursos, el Getafe adoleció de un medio creativo. Salvo la aparición de Gonzalo Villar en el mercado de invierno de la pasada campaña, el gobierno del juego casi siempre estuvo en los pies de dos jugadores de perfil rocoso como Mauro Arambarri y Nemanja Maksimovic.
Ambos fueron los cimientos de la sala de máquinas del equipo que gozó de tanto éxito con José Bordalás y sobrevivieron a los dos cambios de entrenadores. Tanto con Míchel, que aguantó ocho jornadas en el cargo, como con Quique, artífice de la salvación, Arambarri y Maksimovic casi siempre estuvieron un paso por delante del resto a la hora de entrar en las alineaciones.
Sin embargo, la apuesta por Milla este verano, previo pago de cinco millones de euros al Granada, presagió un cambio de rumbo en la idea del juego que el Getafe últimamente no pudo llevar a cabo por la ausencia de piezas más artísticas. Una lesión muscular obligó al talentoso centrocampista a parar hasta la sexta jornada, cuando reapareció en Pamplona para jugar unos minutos aciagos ante Osasuna.
En el poco tiempo que estuvo sobre el césped de El Sadar, Milla vio dos cartulinas amarillas y de nuevo vio frenada su progresión en el Getafe. Se perdió por sanción el choque frente al Valladolid y, curiosamente, una lesión de Arambarri durante ese mismo partido y la reciente recuperación de Maksimovic, aún lejos de estar al cien por cien, le abrieron las puertas de la titularidad contra el Real Madrid.
Milla sabía que estaba ante una oportunidad única y no la desaprovechó. Fue de los mejores de su equipo y demostró que el Getafe puede apostar por un estilo no tan directo de conducir la pelota hacia la zona de ataque.
La jerarquía de Milla fue incontestable. No se escondió en ningún momento, siempre pidió la pelota y dirigió el tráfico con acierto sin complicarse en exceso. Su único pero llegó en su aparente falta de plenitud física. Aún necesita más ritmo de competición y eso lo notó al medirse con 'miuras' como Tchouameni y Camavinga.
Pero al final, los datos avalaron su buen rendimiento. Acertó en un 89% de sus pases, una cifra más que respetable. Además, robó tres balones y demostró que también puede mostrarse peleón cuando su equipo lo necesita.
Después del partido, Quique no pudo evitar reconocer estar contento con la aparición de Milla: "Es magnífico. Es una pena que se haya perdido tanto en este arranque y lógicamente le hemos echado de menos. Es un jugador que baja la pelota y tiene la mirada hacia los dos lados y nos va a venir francamente bien", dijo en rueda de prensa.
Milla tampoco pudo esconder su satisfacción tras el choque. Por fin, volvió a sentirse jugador: "Estoy feliz por estar disponible, por sentirme uno más dentro de la plantilla. Me ha costado. Estas semanas han sido difíciles. Contento porque creo que mis compañeros y mi cuerpo técnico tienen confianza en mí y creen que puedo ayudar. Esa es mi idea, ayudar para sacar mejores resultados entre todos".
Definitivamente, el Getafe ya cuenta con un futbolista que puede ofrecer un fútbol distinto al que está habituado el público del Coliseum Alfonso Pérez en los últimos tiempos. La combinación de un medio centro físico con uno creativo puede ser explosiva. Arambarri o Maksimovic, más Milla en forma, darían un salto de calidad al Getafe que muchos esperan. De momento, frente al Real Madrid, los brotes verdes de Milla salieron a la luz. Quique se frota las manos.