El castellonense explica que su mujer, de raíces cordobesas y bética, fue clave en su fichaje: "Cuadró que se le metió a mi mujer que le caía bien el Betis y le gustaba. Cuando hubo el interés de verdad, en casa se apretó para venir aquí".
Pablo Fornals llegó en el último suspiro del mercado invernal para ayudar a suplir la falta de creatividad ofensiva tras la lesión de Isco. Procedente del West Ham inglés, el castellonense se reencontraba así con Manuel Pellegrini, su principal valedor que ya lo fichó para los “hammers” y para el que fue importante desde el primer día. Tras un mes como verdiblanco, el mediocentro ya acumula 5 partidos y un gol, convirtiéndose en indispensable en el esquema del chileno. Ayer, Fornals atendió a los micrófonos de Betis TV, donde habló de su fichaje, su pasado y su presente.
Empezó admitiendo que el fichaje tuvo que hacerse “de rogar por todo lo que sucedió y cómo, pero a todos nos dieron más ganas de estar aquí. Estaba falto de minutos, de oportunidades y lo que todos queremos es jugar los domingos o tener opciones de hacerlo. Se demostró que estaba preparado física y mentalmente para ello". También confesó que para su fichaje ha sido muy importante su mujer, con raíces andaluzas, ya que es de origen cordobés y de siempre le ha tirado el Betis: “Cuando el fútbol no te gusta o no te interesa, el Betis es el equipo que mejor le cae a todo el mundo. Ya sea por la idiosincrasia del club, por Joaquín o por muchos otros. Cuadró que se le metió a mi mujer que le caía bien el Betis y le gustaba. Cuando hubo el interés de verdad, en casa se apretó para venir aquí". Sobre otro de los artífices de su llegada a Heliópolis, Pellegrini, el castellones se mostró agradecido por “darme una oportunidad en Inglaterra, que es un sueño que tenía y tener un entrenador de habla hispana facilita mucho el trabajo estando en otro país, ayuda a la adaptación en la Premier y, que en vez de durar un año, estuviera cuatro".
Tras muchos mercados sonando para recalar en el Betis,Fornals admiró el cariño con el que le ha recibido la afición: “Los béticos por la calle me dicen que llevó tiempo sonando. Me pongo a pensar y llevo sólo un mes. Con lo a gusto que estamos no parece que sea tan poco tiempo". Y es que el mediocentro no se muerde la lengua al decir que se siente en plena madurez futbolística: “La gente me quiere retirar con 28 pero si Dios quiere y todo va como hasta ahora, queda Pablo Fornals para mucho tiempo”.
El nuevo fichaje admitió que "no consumía nada de fútbol español. Cero. Ahora me toca porque quiero ver lo que hacen los rivales. Me ha sorprendido para bien. Hace unos años me parecía una liga aburrida, todo eran faltas, tarjetas, no me divertía. Pero estos partidos que he tenido la oportunidad de jugar, estoy gratamente satisfecho porque veo intensidad, se deja chocar. Es lo que quiere un aficionado y nosotros también".
Sobre la situación del equipo, Fornals declaró que “ahora es donde se decide dónde va a acabar cada equipo. Tenemos esa suerte de que, quitando el último, los cinco partidos del calendario más importantes son en casa, con nuestra gente. Esperemos que nos ayuden y estemos todos en sintonía para que el estadio esté como el día del Bilbao”. Confía en el objetivo de volver a alcanzar puestos europeos, argumentando que "estamos en una gran posición y dependiendo de nosotros. Es mucho mejor depender de ti mismo que de los demás. A seguir entrenando igual de fuertes, intentar replicar partidos como el de Bilbao y a seguir compitiendo porque cada partido e incluso cada media parte puede ser diferente". Para ello deberá empezar por lograr la victoria ante el Villarreal, su ex equipo, del que advierte que “aunque tuvo un comienzo dubitativo, con cambio de entrenador, Marcelino no necesita presentación. Tiene un estilo de juego marcado y parece que los jugadores han captado la idea y están volviendo a su mejor nivel. Es un gran equipo". Admitió que para él "es un partido especial, tengo grandes amigos allí, pero siendo de Castellón y habiendo jugado allí, tengo más ganas que todos los que están en el estadio de ganarles".
En la Cerámica coincidió con otro de los fichajes del club en el mercado invernal, Cedric Bakambu, sobre el que se muestra confiado: “No tengo dudas de lo buen jugador que es. Ya lo demostró en ese ratito, también en Liga que jugó 10 o 15 minutos el partido anterior y es un delantero que va muy bien a los espacios, que define espectacular. Estoy deseando que se recuperen tanto él como Aitor, Isco, todos, porque con todos los efectivos preparados y dispuestos para jugar, bendito problema para el entrenador y para el entrenador rival".
Por último, también habló sobre otro de los fichajes de invierno, Chimy Ávila, y una divertida anécdota que vivieron en la victoria frente al Athletic. Y es que Fornals, consciente de la sangre caliente de su nuevo compañero, fue pillado en el túnel de vestuarios comentando a sus compañeros que debían de “intentar que el Chimy no cree una guerra desde el primer momento”. Sobre ese suceso, Pablo Fornals declaraba entre risas que “desde dentro pensábamos que no nos iba a beneficiar un juego tan bruto, tan peleón ante un equipo como el Athletic, pero a mí me cerró la boca. Hizo un partidazo, peleó cada balón e igual necesitábamos eso. Te da ese punto de intensidad y muchas veces nos contagia. El partido con el Bilbao fue muy bueno en ese aspecto".