El mediapunta Isco Alarcón, citado el viernes por el entrenador del Betis, el chileno Manuel Pellegrini, para el partido de este sábado en el estadio Benito Villamarín ante el Barcelona, volvió a jugar en el equipo sevillano casi siete meses después de caer lesionado en el tramo final de la pasada temporada.
El malagueño, que ingresó al campo en el minuto 76 en lugar del canterano Mateo Flores, tuvo una dolencia de peroné en el partido del pasado curso disputado en Las Palmas el 16 de mayo y, después de tener una recaída en su recuperación en los inicios de esta campaña, el pasado 18 de noviembre, empezó a ejercitarse con balón en la ciudad deportiva bética.
Tras su lesión en Las Palmas, Isco, de 32 años, pasó por el quirófano, aunque la falta de consolidación en el callo en la zona operada obligó a que fuera nuevamente intervenido a principios del pasado septiembre, tras lo que ya llevaba algunas semanas de trabajos con la plantilla.