El subdelegado del Gobierno dice que el hotel está dentro de la "burbuja de seguridad" y que en anteriores ocasiones hubo incidentes que afectaron a miembros de la Caballería del Cuerpo Nacional de Policía
Casi 400 efectivos de la Policía Nacional velarán por la seguridad y buen desarrollo del encuentro deportivo que este próximo domingo, a las 21:00 horas, disputarán los dos equipos de la ciudad, Real Betis Balompié y Sevilla FC, en el estadio Benito Villamarín, y que, según ha explicado el subdelegado del Gobierno de España en Sevilla, Francisco Toscano, permanecerá activo desde el sábado 27 de abril, en su fase precrítica, hasta la noche del domingo 28 de abril. Serán 390 policías nacionales, unos 100 policías locales más los miembros de la seguridad privada de ambos clubes.
Tras la celebración de la Reunión de Seguridad, Toscano ha recordado que "el objetivo de este encuentro deportivo es disfrutar", por lo que ha hecho un llamamiento a ambas aficiones para que celebren el derbi "antes, durante y después con deportividad y con pasión, que es lo que esperan de ellos sus equipos". El dispositivo activará su fase precrítica el sábado, momento en el que efectivos de Atención al Ciudadano y de la Unidad de Prevención y Reacción estarán presentes en las zonas Sur y Nervión de la ciudad, con especial atención a la presencia de grupos de seguidores ultra de ambos equipos.
Una vez avanzada la jornada del domingo, a las 13:00 horas se activará la fase crítica, que se prolongará hasta una hora antes del partido, que se jugará a las 21:00 horas. En este operativo, participarán agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP), apoyados por las Unidades de Caballería y de Prevención y Reacción (UPR), en los alrededores del Sánchez Pizjuán, servicios de protección en los hoteles de concentración de ambos equipos y del trío arbitral, así como en el posterior acompañamiento de los autobuses de los equipos hasta su llegada al Villamarín y el acompañamiento y protección de los seguidores del Sevilla FC hasta el estadio del Real Betis.
Una vez comience el partido, se controlarán tanto el interior como el exterior del Villamarín, los alrededores del recinto y el acceso de los aficionados al interior del recinto deportivo, que permanecerá bajo la supervisión de las distintas unidades de la Policía Nacional hasta finalizar el encuentro.
En la rueda de prensa posterior, el subdelegado del Gobierno, Francisco Toscano, ha sido interrogado por los motivos que impiden a los aficionados béticos acercarse al autobús que traslada al equipo del hotel al estadio, una imagen habitual que se ve en otras ciudades. Toscano ha desvelado que hace algo más de un año, la Comisión Antiviolencia pidió a ambos clubes y a la Policía Nacional que adoptara medidas para impedir que se volvieran a repetir incidentes que acabaron con aficionados heridos y por afectar también a miembros de la Caballería del Cuerpo Nacional, y a sus caballos, alcanzados por bengalas, que suelen escoltar a los autobuses. Ultras con bengalas encendidas accedieron también en una ocasión al hotel del Betis, causando un gran revuelo.
"No es una decisión caprichosa sino operativa del Cuerpo Nacional de Policía que hace un análisis tras el llamamiento de la Comisión para llevar a cabo una serie de recomendaciones", ha explicado Toscano, que ha asegurado que en uno de los incidentes hubo incluso lesiones por quemaduras producidas por bengalas y otros artefactos pirotécnicos.
"No es que no se puedan acercar a los equipos; lo que ocurre es que alrededor de los estadios se establecen unas burbujas de seguridad. Fuera de esas burbujas, los aficiones se pueden acercar manteniendo siempre una distancia mínima de seguridad. En el caso del Real Betis, que ejerce de equipo local en esta ocasión, el hotel del equipo está prácticamente dentro de esa burbuja de seguridad, que empieza desde la calle Holanda. Además, hay calles muy estrechas en las que no es viable que haya un agolpamiento de personas", ha seguido diciendo el subdelegado del Gobierno, quien considera que si el hotel del Betis estuviera más lejos sería más sencillo que los aficionados pudieran escoltarlo en parte del trayecto.
El subdelegado ha asegurado que "todo el perímetro del estadio, así como las inmediaciones de Heliópolis, se mantendrán bajo vigilancia desde el desalojo del estadio y durante toda noche para evitar altercados", aunque ha confiado en el "buen hacer de ambas aficiones".