El doctor Tomás Calero Campos presentó este lunes por la tarde en el antepalco del Benito Villamarín su libro de memorias ‘Tomás Calero, el médico del Betis’, una obra autobiográfica en la que repasa “más de 30 años tomándole el pulso al vestuario del Villamarín”, editada por ‘Betis Libros’ y con la colaboración de los periodistas Tomás Furest y Manolo Rodríguez. Los beneficios que produzca la venta del libro, que recoge décadas de vivencias y cantidad de anécdotas, muchas de ellas desconocidas, irán destinados íntegramente a la Fundación del Real Betis.
Tomás Calero, que llegó al Real Betis bajo la presidencia de Gerardo Martínez Retamero en 1986, estuvo acompañado durante la presentación por varios ex presidentes del club, como el propio Martínez Retamero, Rafael Gordillo, Miguel Guillén o Ángel Haro, así como numerosos ex directivos de diversas épocas y ex jugadores y entrenadores como José Ramón Esnaola, Julio Cardeñosa, Pepe Mel o Paco Chaparro.
A la cita acudieron también numerosos ex futbolistas que pasaron por sus manos, como Joaquín Parra, Antonio Reyes, Salva, Quico, Chano, Andrés Alonso ‘Ito’, Casado, Antolín Ortega, Ureña, Julio -todos estuvieron con él en la 1986/87, la de su debut como médico del Betis-, Sánchez Valles, Chano, Merino, Cañas, Roberto Ríos, Stosic, Capi, Rivas, Tais o Casto, entre otros -también asistieron Paco Bizcocho y Juan García Soriano-, así como históricos empleados del club como el masajista José María Montiel, el informático Antonio Jiménez y su mujer, Pepi Lugo -secretaria durante décadas de la entidad- o el delegado Víctor Antequera y el nuevo jefe de los servicios médicos, José Manuel Álvarez, que cogió su testigo en 2017, pasando a desempeñar Calero funciones en la cantera hasta el pasado mes de diciembre de 2023.
Calero tuvo palabras de recuerdo para aquellos ex presidentes, ex entrenadores, médicos o ex jugadores con los que convivió durante sus más de treinta años en el club y que ya no están entre nosotros, como Hugo Galera, Manuel Ruiz de Lopera, Luis del Sol, John Mortimore, Pedro Buenevantura, Eusebio Rios, Cayetano Re, Carlos Timoteo Griguol, Vicente Cantatore, Luis Aragonés, Ramón Cansino, Quico, José Luis, Miki Roqué o Luis Márquez. Y palabras de especial agradecimiento y cariño para Alberto Tenorio, el eterno utillero del club, que aún vive aunque su estado de salud le impide salir de su casa en la ciudad deportiva, y fue quien le enseñó la idiosincrasia del beticismo, que él representa como pocos, en palabras del propio Calero.
En el Betis desde 1986 a 2023
Tomás Calero, natural de Córdoba, se licenció en 1984 y luego se especializó en medicina deportiva en París y en traumatología deportiva en Montpellier. Hizo prácticas en el Paris Saint-Germain y estaba en Montpellier cuando lo llamó Ángel Formoso, ex médico del Betis -también presente ayer en el acto-, para que sustituyera a los doctores Monge y Benavides, que mantenían una tensa relación a consecuencia de las lesiones del portero Salva y el centrocampista Reyes, hoy en labores de coordinación de la cantera. Su primera etapa en el Real Betis comenzó en 1986, con Luis del Sol de entrenador y Vicente Montiel de masajista, y acabó en 1991, con Hugo Galera de presidente, debido a la crisis económica por la que atravesaba el club. Calero regresó en 1998, ya con Lopera al frente, por iniciativa de Luis Aragonés y el doctor Ramón Cansino y desde entonces ha estado vinculado de manera ininterrumpìda al Real Betis hasta diciembre de 2023.
Como médico de la primera plantilla, Calero vio pasar a 35 entrenadores -el último fue Quique Setién- y centenares de futbolistas. Trató lesiones gravísimas o casi irreversibles (los tendones de Aquiles de Gaíl, Calderé y Capi, el pubis de Rivas, las rodillas de Vidakovic, Odonkor, Alfonso, Dani...). Vio morir a Miki Roqué y también salvó la vida al centrocampista de la UD Salamanca Miguel García un frío domingo de octubre de 2010 en la capital charra, cuando sufrió un infarto y una parada cardiorrespiratoria durante un partido frente al Real Betis, del que ya es, sin duda, parte importante de su historia y ha tenido ocasión de dejar infinidad de amigos a lo largo de tantos años de profesionalidad y bonhomia, como ayer quedó demostrado con la masiva asistencia de protagonistas a la presentación de su libro.