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Real Betis
Si Dani Ceballos quiere volver a jugar en el Real Betis, como continuamente deja caer el utrerano, deberá hacerle al Real Madrid un Ceballos como el que le hizo al propio Betis hace más de un lustro, al negarse a renovar y ampliar su contrato para forzar su salida al club merengue, con el que ha jugado un total de siete partidos de Liga completos en estas cinco últimas temporadas (uno en la recién finalizada), dos de las cuales las pasó en el Arsenal, donde completó otros 17 partidos en la Premier League.
Dani Ceballos era un jugador referencial en el Real Betis, donde jugó 21 partidos de Liga completos en Primera y otros 13 en Segunda en las tres campañas en las que estuvo militando en el primer equipo. Se fue al Real Madrid semanas antes de cumplir los 21 años, tras ser designado MVP del Europeo sub 21 de 2017 que ganó España y liderar un medio campo donde compartía galones con Fabián Ruiz, Marc Roca, Mikel Merino o Carlos Soler, entre otros, a cambio de los 15 millones de euros de su cláusula de rescisión, más otros 2,5 que le abonó el club merengue -que también se hizo cargo de distintas comisiones y atrasos-, y no hubo que descontar de los 15 percibidos por el Betis, que al verano siguiente dejó marchar a Fabián al Nápoles por el doble al aceptar este la oferta de renovación que Ceballos se había negado a firmar reiteradamente.
En el Real Madrid nunca ha tenido continuidad Ceballos y ahora solo le resta un año de contrato de los seis que firmó hace cinco, por lo que al club merengue apenas le quedan por amortizar 2,75 millones de los pagados por su traspaso (buena parte de ellos abonados por el Arsenal en los dos años de cesión), una cifra, o similar, que sí estaría dispuesta a abonar el Real Betis este verano para hacerse de nuevo con sus servicios, muy lejos de los 16,5 que solicita inicialmente el Real Madrid, según filtran desde Concha Espina.
En el Real Betis no hay prisas por volver a contar con Dani Ceballos, pues saben que el tiempo juega a su favor, igual que en su día lo hizo en contra: si el futbolista es capaz de forzar su salida del Real Madrid -donde hoy por hoy es el séptimo centrocampista tras el fichaje de Tchouaméni, con Casemiro, Kroos, Modric, Valverde y Camavinga también por delante-, como hizo en el Real Betis, negándose a renovar o salir traspasado a otro equipo, será recibido con los brazos abiertos por la inmensa mayoría de la afición bética este mismo verano. Y si hay que esperar un año más para que venga con la carta de libertad, se le espera. Lo que no va a hacer el Betis es entrar en puja ninguna con otro equipo por el traspaso ni pagar la millonada que pide el Real Madrid por un futbolista que en sus filas se ha devaluado, aunque aún tiene un gran potencial por explotar, en un club donde se sienta a gusto y querido. Por eso todo depende del propio Dani, que para volver al Betis deberá hacer un Ceballos como el que hizo hace un lustro al equipo de casi toda su vida en las oficinas del Benito Villamarín, donde ni se paró a escuchar las explicaciones que Serra y Setién querían darle para implicarle en el nuevo proyecto que ya empezaba a coger forma de la mano de Haro y Catalán, que se pegaron meses tratando de renovarle infructuosamente.