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Real Betis
Triunfo de enorme calado el logrado esta noche por el Real Betis en San Mamés, el primero de su historia en la nueva Catedral, donde los verdiblancos hicieron una gran primera parte y supieron sufrir en la segunda ante el tremendo acoso de los locales, impulsados por un impresentable Ortiz Arias, árbitro que estuvo a punto de provocar uno de los mayores escándalos de los tiempos recientes de no ser por las correcciones del VAR, que anuló un penalti a favor de los locales que señaló sin pestañear por un balón que golpeó en la espalda de Miranda (43’), no mostró la roja directa a De Marcos por evitar una ocasión manifiesta de gol, derribando por detrás a Ayoze en la frontal del área (49’) sin posibilidad de llegar al balón, y no pitó ni falta de Vivian sobre Borja Iglesias (92’), cuando este se iba solo hacia la meta rival y fue derribado por un claro pisotón del defensor bilbaíno, expulsado tras la intervención del VAR… porque no había más remedio.
Ortiz Arias, que ya se la hizo al Betis en Villarreal al no expulsar a Gerard Moreno por clavar los tacos en la tibia de Miramdada, era firme candidato al descenso a Segunda, según los especialistas arbitrales, y tras su actuación de hoy debería estar tan descendido como el Elche, aunque quién sabe si al final no lo hacen internacional, tal y como funciona el submundo del arbitraje.
Pellegrini sorprendió con la alineación inicial dando entrada a Claudio Bravo, Sabaly, Paul y Guardado, y manteniendo a Willian José, lo que provocó numerosas críticas e incluso mofas de algunos que se las dan de entendidos. El Ingeniero les cerró las bocas a todos, pues Bravo y Paul hicieron posiblemente su mejor partido como jugadores béticos, Willian José anotó el gol de la victoria y fue el más peligroso del equipo en la primera media hora y Sabaly volvió por sus fueros en el lateral derecho con un derroche descomunal. Guido y Pezzella firmaron otro partidazo. También le criticaron al Ingeniero que llevara a Bilbao a Joaquín, leyenda viva del Betis, por lo de su record, pero es que el portuense, como pasó el Martes de Feria ante la Real, no jugó ni un minuto, ya que no lo aconsejó el desarrollo del partido, que está por encima de todo en la mente del Ingeniero, aunque muchos descerebrados lo pongan en duda.
El Betis necesitaba un triunfo como este como el comer y lo logró a base de pundonor, clase, capacidad de sufrimiento y aguante. Contra todo y contra todos, pues el Athletic y San Mamés apretaron lo suyo, tanto o más que el árbitro, que de no ser por el VAR habría protagonizado un escándalo mayúsculo.