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Real Betis
La magia surgió de la incertidumbre para calmar ánimos y dar al Real Betis un valioso triunfo en la jornada inaugural, en la que por vez primera en 26 años logró ganar en el Benito Villamarín para colocarse colíder pese a afrontar su estreno con hasta once bajas.
Que más de la mitad de esas bajas lo sean por cuestiones burocráticas es responsabilidad de la directiva y la dirección deportiva, que han gestionado muy mal este asunto, pues saben a la perfección desde hace mucho tiempo cuáles son las reglas del juego que, de momento, no son capaces de cumplir.
Del mismo modo, mantener a las principales figuras del equipo -Fekir, Canales, William, Guido, Borja, Juanmi, Alex Moreno...- a las órdenes de Manuel Pellegrini, es también responsabilidad de los mismos dirigentes, a quienes aguardan aún dos semanas de órdago para inscribir, fichar y cerrar algún traspaso más para cuadrar las cuentas y el dichoso límite salarial, que LaLiga exige que se cumpla al dedillo y no ha permitido inscribir a nadie tras liberarse 7,5 millones con el traspaso de Bartra al Trabzonspor.
Contar en tus filas con jugadores como Fekir y William Carvalho, que ayer dieron una master class de magia y fútbol champagne, es un privilegio que muy pocos equipos se pueden permitir y si el mercado no los valora en su justa medida hará bien el Betis en disfrutarlos todo el tiempo que pueda. Pellegrini cuenta, además, con la pareja de goleadores más en forma del fútbol español -Juanmi-Borja-, un baluarte en mediocampo como Guido, centrales para ir alternando con garantías, porteros para elegir y uno de los laterales más incisivos -Alex Moreno- del fútbol europeo.
Los errores cometidos en el asunto de las inscripciones -subsanables hasta el 1 de septiembre- son evidentes, como evidente es también que el Real Betis posee un plantel de enorme calidad a día de hoy. La afición bética, que en número superior a 50.000 acudió un lunes 15 de agosto al Benito Villamarín, así supo reconocerlo, animando al equipo sin cesar del minuto uno al noventa y haciendo trizas las previsiones de muchos que no tienen vida más allá de un nick oculto en las redes sociales y auguraban una noche de cuchillos largos que, en realidad, fue de magia y prestidigitación y tiene al Real Betis, con once bajas, colíder de la clasificación.