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Real Betis
La última vez que el Real Betis perdió tres partidos de liga seguidos fue en noviembre del 2020 en los primeros meses de Manuel Pellegrini como técnico verdiblanco, muy cuestionado por entonces. El chileno debutó al frente del equipo bético con dos victorias en las dos primeras jornadas, ante Alavés (0-1, gol de Tello en el descuento) y Valladolid (2-0, Fekir de penalti y William Carvalho), pero luego perdió siete de los nueve siguientes partidos, los tres últimos seguidos ante Barcelona (5-2), Athletic (4-0) y Eibar (0-2).
Tras la derrota ante el Eibar en el Benito Villamarín, el técnico chileno tomó decisiones importantes, pues futbolistas como Joaquín, Tello, Sanabria o William Carvalho perdieron de un plumazo la titularidad de la que venían gozando de manera habitual desde su llegada y la ganaron otros de distinto perfil, como Guardado, Aitor Ruibal o el mismo Borja Iglesias -este más adelante-, que apenas habían gozado de ella hasta entonces y lo hicieron de manera asidua el resto de temporada.
El bisturí de Pellegrini funcionó entonces y el Betis, que había perdido 7 de los 9 últimos partidos, ya no perdió más que otros 4 en los 27 restantes y se clasificó para competiciones europeas tras remontar ante el Celta en Balaídos un 2-0 adverso que le permitió hacerse con la sexta plaza en la última jornada.
Ahora que recupera lesionados, el Betis vuelve a encadenar tres derrotas ligueras -y una bochornosa eliminación en la Conference- que comprometen su clasificación europea por cuarto año consecutivo. Pellegrini debe tomar medidas. Fekir, por ejemplo, no está para ser titular indiscutible ni William Carvalho para gozar de los minutos que viene gozando por delante de otros compañeros. Quizá también en la portería debería haber movimiento, aunque Claudio Bravo es poco fiable por sus continuas lesiones. El equipo sigue con muy pocas ideas ante el gol, pese la cantidad de jugones que junta -Fekir, Fornals, Isco, Ayoze, William Carvalho, Rodri…- y defensivamente su nivel ha bajado una barbaridad en los últimos partidos, pues ha concedido dos o más goles en los tres últimos, algo que no sucedía también desde noviembre de 2020, cuando Pellegrini metió por vez primera el bisturí. Ahora debe hacerlo de nuevo y buscar soluciones.