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Real Betis
Germán Pezzella ya es historia del Real Betis. La salida del argentino se hizo oficial el pasado lunes, después de que River Plata abonara su cláusula de resicisión para repartriar a un campeón del mundo, que puso punto y final a su segunda etapa en el Villamarín tras tres temporadas donde ha sido una pieza clave.
"Me llevo todo. Es difícil expresarlo solo con palabras porque siempre te quedas corto para describir. El Betis para mí significa mucho porque me abrió las puertas del fútbol europeo. Principalmente lo que me llevo es la manera en que me trataron. Cuando uno está lejos de casa, sentirse como en casa es difícil, y yo allí lo conseguí gracias al cariño que me dieron desde la primera persona que trabaja en el club hasta la última y, por supuesto, de la gente", señalaba Pezzella en una entrevista a los medios oficiales del club desde Argentina.
El ya jugador de River Plate hizo el viaje inverso hace nueve años, cuando fichó por primera vez por la entidad verdiblanca, la cual asegura que era "un club totalmente cambiado" en su segunda etapa: "Cuando aposté por venir al club en 2015, todavía era un club que había pasado un poco de turbulencias en los últimos años, que no había podido establecerse en Primera División. Sabía que había mucho por construir. Esos dos años fueron complicados, pero un club con el potencial del Betis, necesitaba que se acomodaran las piezas. Cuando me fui a Italia, siempre estuve muy pendiente de la evolución del club y cuando llegué en 2021 me encontré con un club totalmente cambiado, con un crecimiento tremendo, con instalaciones renovadas al cien por cien, con un proyecto muy serio hacia dónde quería ir".
"Es muy difícil de explicar. Antes de llegar en mi primera etapa me intentaban explicar la trascendencia que tenía el club. A la distancia no logré entenderlo de la misma manera, pero cuando estas ahí dentro... los béticos tienen un sentimiento que se te contagia muy rápido y empiezas a entender que para ellos el Betis no es sólo un equipo de fútbol, sino que va más allá de todo eso. Es su estilo de vida, lo que respiran cada día de la semana. Los días de partido es difícil de conseguir una cosa así. Ese sentimiento después de tantas temporadas aquí no te lo sacas más", comentaba el jugador formado en las inferiores de River Plate al ser cuestionado por el sentimiento bético.
Pezzella admite que ha sido "una decisión muy difícil por mi apego al club, a la ciudad, a mis compañeros, a cada persona que trabaja ahí" y "porque también sé que el club está en un momento de crecimiento tremendo", si bien el campeón de la Copa América, a sus 33 años, se encuentra "futbolísticamente vigente" y quería volver a estar cerca de sus seres queridos para mi "seguir ganando cosas con el club que me vio crecer y que me dio la oportunidad de ser futbolista profesional". Volver en esta edad y estado era algo que siempre tuve en mi cabeza pero fue una decisión muy complicada", decía Pezzella, una de las piezas claves en estos años para Manuel Pellegrini, al que "le debo mucho", pues fue "quien me dio toda su confianza, apostó por mí para reforzar su proyecto".
Cuestionado sobre Nobel Mendy, que estaba dejando muy buenas sensaciones en esta pretemporada, si bien ayer sufrió una lesión en el amistoso contra el Cádiz, Pezzella se deshace en elogios hacia el senegalés: "Es un chico que tiene unas condiciones impresionantes. Obviamente, necesita estar trabajando a diario con el primer equipo para terminar de formarse como futbolista. El año pasado me impresionó mucho su curiosidad, porque recuerdo que compartimos mesa y charlamos un poco de todo, sus curiosidades, cómo mejorar, cómo podía aconsejarle... y eso es la clave con chicos de esa edad. Él tiene todo por delante y le espera el futuro qué el quiera y decida porque tiene condiciones increíbles".
"Disfruté mucho, pero obviamente jugar en ese estadio es muy particular y en cada momento que me tocaba y tuve el privilegio de llevar la cinta de capitán... es un momento único. Intenté disfrutarlo al máximo y es algo que me llevo para siempre", dice el ya ex capitán verdiblanco que admite que la conquista de la Copa del Rey ha sido su mejor recuerdo como bético: "Esa noche en La Cartuja fue muy fuerte. Era mi primer título en Europa y hacerlo con un club al que uno quiere tanto tiene un gusto doble. Lo que viví esa noche y al día siguiente es el momento más grande que he vivido".
"Me da mucha pena no poder despedirme en persona. Lo intenté pero los tiempos aquí son diferentes. A final de año cuando tenga unos días libre seguramente vaya allí. Tengo que agradecer mucho a muchas personas. Solo puedo agradecer a la gente por hacerme sentir como en casa y por hacerme sentir uno más de ellos. Supieron valorar que al final de mejor o peor manera yo intenté dar lo mejor de mí y eso también es una tranquilidad que me llevo. A lo largo de estos días he recibido mensajes muy movilizadores que terminan reflejando todo el cariño que me tienen. No sé si me va alcanzar la vida para devolver todo el cariño que me dieron", decía Germán emocionado al término de la entrevista.