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Real Betis
Empate a cero entre Real Betis y Cádiz en el Nuevo Mirandilla que de poco sirve a ambos conjuntos en su lucha por los puestos Champions y el descenso, respectivamente. Los béticos no impusieron su teórica calidad y acabaron pidiendo la hora frente a un voluntarioso Cádiz.
Primera mitad realmente igualada entre Cádiz y Betis en el Nuevo Mirandilla. La posesión y las ocasiones se repartieron durante unos primeros 45 minutos animados y francamente vistosos. Comenzó el conjunto verdiblanco mejor asentado en el partido, dirigido por un gran William Carvalho y traduciendo su dominio en dos remates de Willian José, uno de cabeza y otro disparo desde el punto de penalti, pero se marcharon desviados. A raíz de ahí, un atrevido y vertical Cádiz creció y se acercó al gol: Bongonda disfrutó de la primera ocasión en el 16’; su disparo se marchó desviado.
La situación más clara para los gaditanos la tuvo en el 24’ Álex Fernández, que exigió a Bravo a realizar una gran parada a contrapié después de un disparo desde el borde del área que, además, rebotó en un zaguero bético y complicó más aún la intervención del chileno. Arzamendia desde la banda izquierda y Bongonda en transición también se aproximaron a la meta de Bravo, aunque sin éxito en las definiciones. Un éxito que tampoco tuvo Joaquín Sánchez en el 39’ con un tiro claro que se estrelló en la defensa cadista ni Luiz Henrique con un golpeo lejano que detuvo Conan Ledesma al borde del descanso.
Si durante largos tramos de la primera parte el Betis apenas controló el partido, en la segunda ofreció una peor imagen. Más allá de un remate de cabeza de Joaquín en el 54’ a centro de Luiz Henrique que Ledesma logró atajar, los verdiblancos no acecharon la portería gaditana. De hecho, fue el Cádiz quien durante largos tramos se impuso mediante un fútbol vertical y dinámico centrándose en unas bandas en las que Ruibal y Miranda sufrieron defensivamente. Álex Fernández en el 56, Lozano en el 64’ desde fuera del área, Pacha Espino en el 75’ con una volea y otra de Lucas Pérez en el descuento supusieron las mejores situaciones para los locales, que se encontraron una vez tras otra con Claudio Bravo y no estuvieron acertados en el último tercio. El conjunto verdiblanco no controló el juego, no fue superior a su rival y acabó pidiendo la hora en un duelo en el que careció de inspiración, profundidad y presencia en campo rival.